Opinión

Vuelta al 'realismo' y a los niveles de julio, por Juan Carlos Ureta

Tras una semana de recortes generalizados las Bolsas vuelven a situarse en los niveles de julio, previos a los extraordinarios apoyos que los Bancos Centrales dieron a los mercados financieros a partir de agosto. El S&P ha bajado un 1,5% en la semana, el Dax un 3%, el Eurostoxx un 2,1% y nuestro Ibex un 0,6%. Solo el Nikkei se ha salvado de las caídas, con una subida del 3% en la semana.

Las causas de estas caídas han estado en la confirmación de que la zona euro está en recesión, con la nueva caída de su PIB en el tercer trimestre, en los desacuerdos sobre Grecia del FMI y la Comisión Europea, en la inestabilidad política en Oriente Medio, que amenaza con ir a más, y en los malos datos publicados de la economía norteamericana, en parte atribuidos a los efectos del huracán Sandy. Pero más allá de estas causas concretas, en nuestra opinión, y como ya decíamos la semana pasada, al haber llegado casi a su agotamiento lo que podríamos llamar la fase "monetaria" de tratamiento de la crisis, estamos entrando en una fase nueva que implica reformas y ajustes sustantivos, por lo que, lejos del discurso de los brotes verdes, lo que debemos es pensar en un periodo de "realismo" en la economía y en las Bolsas.

Es verdad que esa fase de vuelta a la realidad va a convivir con las inyecciones (QE) de los Bancos Centrales, que desde luego ayudan a suavizar los ajustes, pero lo que no podemos ni debemos es pensar en el inicio automático de un "círculo virtuoso" derivado de las inyecciones de liquidez. Hay que pasar por la necesaria catarsis antes de llegar al círculo virtuoso.

Si traducimos todo lo anterior a las Bolsas nuestra visión sería que las subidas de agosto, septiembre y octubre, provocadas esencialmente por los discursos y las medidas de Draghi y Bernanke, se han agotado, y entramos en una recta final del año que contará con apoyo para no terminar mal un año que hasta ahora no ha sido malo, pero en la que a los índices les va a faltar la fuerza necesaria para subir. En este sentido la sesión del pasado viernes fue tan sintomática como lo había sido, hace dos semanas, la del viernes 2 de noviembre. El S&P hizo un amago de perder la cota de los 1.350 puntos, deslizándose en la primera parte de la sesión hacia los 1.340 puntos, pero en seguida salió en apoyo el dinero y el cierre de la sesión tuvo lugar en máximos del día, ligeramente por encima de los 1.360 puntos.

Lo que vemos, por tanto, es un soporte, un "suelo", que esencialmente lo siguen dando los Bancos Centrales. Ese soporte no va a impedir a medio plazo, entendiendo por tal la primera parte de 2013, que, si la economía empeora, como es previsible, veamos nuevas caídas de las Bolsas, pero por ahora parece que el deseo de estabilidad y de cerrar bien el año es grande. En este sentido hay que recordar, una vez más, que la medicina monetaria de los Bancos Centrales es muy efectiva para apoyar a los mercados financieros, y por eso se vuelve "adictiva", pero sin embargo tiene limitaciones muy claras a la hora de modificar de forma sustancial los grandes movimientos de ajuste de la economía real.

En un contexto de "intervención" de los mercados, las Bolsas americanas han vuelto a los niveles de fin de julio y las europeas, en general, a niveles de fin de agosto. El Nikkei, por su parte, se mantiene en un punto intermedio entre los máximos y los mínimos del último año. Si tuviésemos que apostar por algo en el medio plazo, lo haríamos más bien por nuevos recortes, pero hace tiempo que estamos ante mercados muy "intervenidos" y pensamos que, en el corto plazo, ahora toca sostener niveles. Que se consiga o no es otra cosa, pero creemos que el esfuerzo va a ir en esa dirección, y a corto no hay que luchar contra los Bancos Centrales (don´t fight the Fed).

Terminada la temporada de publicación de resultados empresariales (solo quedan por publicar cifras Hewlett Packard y alguna otra compañía en EEUU) y sin apenas datos económicos relevantes a la vista, la fiesta americana del jueves (Thanksgiving) y la media jornada del viernes hacen especialmente corta esta semana a nivel bursátil. El viernes se inicia la temporada de ventas navideñas (black friday) cuyos datos siempre mueven al mercado.

A nivel técnico el futuro del S&P no solo ha roto a la baja el nivel de los 1.400 puntos, sino que ha roto también a la baja la media de doscientas sesiones y vuelve a estar en los niveles de fin de julio, antes de que Draghi y Bernanke irrumpiesen en las Bolsas con sus promesas de estímulo monetario ilimitado. Esto podría tener fuertes implicaciones bajistas, por lo que una postura prudente sería, simplemente, seguir fuera del mercado. Pero, como antes decíamos, hay factores de "intervención" a corto, que pueden impedir el ajuste natural de los mercados, y nuestra sensación, aun a riesgo de equivocarnos, es que podemos ver un cierto rebote de aquí a fin de año, o al menos un escenario lateral, con el S&P moviéndose durante algunas semanas en la banda de 1.340 a 1.400 puntos.

En este sentido cabe esperar que tanto los desarrollos del Ecofin del martes 20 en torno a Grecia como el discurso Bernanke también el martes en el Economic Club of New York vayan en la línea de dar soporte a los mercados y de buscar mensajes positivos. Si esos mensajes calan, y si las ventas del "black friday" no decepcionan, veremos rebote. Solo si hubiese sorpresas realmente negativas cabe esperar una corrección más fuerte a corto plazo.

 

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