Opinión

Soluciones temporales

La solución transitoria dada el pasado miércoles al problema del techo de la deuda publica norteamericana y al problema del cierre parcial (shutdown) de la Administración norteamericana ha prolongado lo que en nuestro último comentario (Las bolsas celebran el nombramiento de Yellen) denominábamos "fiesta de la liquidez", espoleando aún más al alza a unas Bolsas que llevan ya subiendo siete semanas consecutivas, casi sin descanso, desde que se eliminó el riesgo de una intervención en Siria y desde que la FED anunció, a mediados de septiembre, que no iba a retirar por el momento dinero de la economía.

Es más, el cierre de la Administración americana durante dos semanas ha hecho pensar a muchos, posiblemente con razón, que la FED de Yellen retrasará hasta bien entrado el 2014 cualquier retirada de liquidez para aliviar los previsibles efectos negativos que el "shutdown" tendrá en el crecimiento norteamericano.

De esta forma, en un mundo de soluciones temporales, una solución transitoria, el acuerdo sobre el techo de deuda hasta enero/febrero de 2014, se suma a una solución que busca ganar tiempo, las expansión monetaria cuantitativa, y ambas se refuerzan entre sí.

La consecuencia es que, a pesar de que las Bolsas apenas habían recortado con motivo del "shutdown" y de las negociaciones sobre el techo de deuda (en el fondo todo el mundo sabía, como anticipó Warren Buffet, que las negociaciones acabarían con acuerdo) el final de las negociaciones las hacen subir más. El S&P 500 cerro el viernes pasado alrededor de máximos históricos de todos los tiempos, con una subida semanal del 2,4% y también las demás Bolsas subieron en la semana. En concreto el Eurostoxx 50 ha subido un 2% en la semana, el Dax un 1,6%, y el Dow Jones y el Nikkei un 1%. Es verdad que ha ayudado a estas subidas el buen dato de PIB chino, que ha crecido un 7,8% en el tercer trimestre en lugar del 7,5% previsto, pero el gran impulso ha venido del acuerdo americano.

Como ya viene siendo habitual las Bolsas que hasta hace pocos meses se consideraban como de mayor riesgo subieron más que las consideradas como de "mayor calidad". Así, la Bolsa griega subió el 5% en la semana y acumula ya una subida en el año del 28%, la irlandesa subió en la semana el 3,2% y sube un 29,3% en el año, y nuestro Ibex 35 subió el 3,4% en la semana acumulando una subida anual del 22,5%. Por no hablar de las Bolsas de Argentina o Venezuela, que en la semana han subido, en dólares USA, un 13% y un 17% respectivamente, y que en el año suben, en dólares USA, un 61% y un 181% respectivamente. Toda una señal de cómo ven el riesgo los inversores.

En definitiva, la idea que va tomando fuerza es que el mecanismo de ir ganando tiempo a través de la "refinanciación" de los Bancos Centrales y a la vez ir haciendo de forma muy gradual los ajustes y las reformas necesarias va a funcionar y va a generar un desapalancamiento suave ( "beautiful deleverage") de la economía y de las empresas. Una nueva versión de la famosa "patada hacia delante" ("kick the can down the road") acompañada, esta vez, de reformas y ajustes no traumáticos.

Los posibles accidentes en el camino, como el de esta semana pasada con Fagor, se consideran como la excepción que confirma la regla, y hace tiempo que este tipo de contratiempos no provocan la más mínima reacción entre los inversores, mientras haya garantía de más dinero por parte de los banqueros centrales.

Ya hemos llegado a los diez mil puntos en el Ibex, desde los siete mil quinientos puntos de junio (33% de subida en cuatro meses) a los tres mil puntos en el Eurostoxx, desde los dos mil quinientos de junio (20% de subida en cuatro meses) y el S&P de nuevo lo tenemos en los mil setecientos cincuenta puntos. Es indudable que el giro dado por la FED el pasado 18 de septiembre está detrás de esas fortísimas subidas, y también parece indudable que si en algún momento la FED volviese a amenazar con el "tapering" el escenario cambiaría. Pero a corto plazo no hay riesgo, ni la FED, ni el Banco de Japón, ni el Banco de Inglaterra van a dejar de inyectar. Queda la incógnita del BCE, que está a la espera de que haya nuevo Gobierno alemán, pero si tuviésemos que apostar por algo todos apostaríamos a que el Banco Central Europeo va a renovar el LTRO y seguramente va a bajar algo los tipos de interés, desde el 0,5% actual.

Si partimos de esta convicción, lo normal es sumarse a la fiesta alcista y disfrutar. Es lo que ha funcionado y lo que parece que va a seguir funcionando.
Sin embargo hay algo que nos inquieta en esta estrategia que parece simple y ganadora, y es el recuerdo de otras ocasiones similares, aunque, como dicen en su famoso libro Carmen Reinhardt y Keneth Rogoff, quizás esta vez sea diferente.

Estas reflexiones podrían conectar con las diferentes visiones de los mercados financieros y de como leerlos que nos han dejado dos grandes economistas nombrados la semana pasada Premios Nobel de Economia, Robert Shiller y Eugene Fama. Pero, más allá de esas disquisiciones, si pensamos que la expansión monetaria cuantitativa va a continuar, la pregunta sigue siendo la misma ¿cuáles son las consecuencias últimas de una QE indefinida? ¿continuarán subiendo las Bolsas al calor de las nuevas e ilimitadas inyecciones de liquidez o habrá algún momento de desconfianza ante tanta inyección? ¿crecerá la economía?

Estamos ante un experimento inédito y no hay hoja de ruta para saber como terminará, por lo que cada uno puede tomar la posición que le parezca mejor.

A nivel técnico es indudable que los índices más importantes han llegado a niveles muy importantes (nivel 3.000 del Eurostoxx, nivel 10.000 del Ibex) y a corto plazo podrían intentar superarlos. Si alguien quiere apostar por la ruptura al alza, nuestra recomendación es que lo haga comprando opciones call, porque la posibilidad de un serio recorte en estos niveles es también muy elevada. Otra opción es fijarse en lo que se ha quedado atrás. Hay pocas cosas baratas en las Bolsas tras las subidas que hemos visto desde junio, pero hay algunas. Nuestra idea sigue siendo incrementar en activos, sobre todo en renta variable, que se han quedado atrás en precios, y cubrir las posiciones con opciones put sobre los índices principales (S&P, Dax, Eurostoxx, incluso Ibex) ya que ahora las coberturas están baratas y nos parece prudente gastar algo de dinero en ellas.

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