El esperado discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, en el Economic Club de Nueva York el pasado miércoles no solo no ha defraudado las expectativas de los mercados, sino que ha provocado una impresionante subida semanal en las Bolsas americanas, del 5,16% para el Dow Jones, del 5,64% para el Nasdaq y del 4,85% para el S&P. Una subida semanal que, en el caso del S&P, es la mayor desde el año 2011.
De esta forma, el buen tono bursátil por el que apostábamos al finalizar nuestro último comentario no solo se ha visto confirmado al finalizar noviembre, sino que, al menos en lo que a las Bolsas americanas se refiere, los inversores han pasado en pocos días de un ambiente lleno de miedos y de cautela a un tono alegre y confiado al cierre del pasado viernes. Una buena prueba de ello es el "revival" de las tecnológicas y sobre todo de las FAANG, con subidas el pasado miércoles del 6% para Amazon y Netflix, del 3,5% para Apple y Alphabet y del 1,3% para Facebook.
Esa euforia ha sido bastante menor en otras Bolsas, aunque en general todas han cerrado en positivo. El Eurostoxx se ha conformado con una subida semanal del 1,1%, el Dax tan solo ha avanzado el 0,6% en la semana, y el Shanghai Composite ha quedado casi plano con un avance de tan solo el 0,3%. Otras Bolsas han ido mejor, como el Nikkei (+3,2% en la semana), el Sensex indio (+3,5%) o el MSCI Emerging Markets en dólares (+2,6%) pero donde de verdad se ha vuelto a ver optimismo desbordado es en EE.UU., con algunos operadores hablando ya de rally de Navidad, que llevaría al S&P por encima de los 3.000 puntos a fin de año.
El detonante, como antes decíamos, fue el discurso de Powell el miércoles en el que, repitiendo la idea ya adelantada por el vicepresidente de la Fed Richard Clarida la semana anterior, afirmó que los tipos de interés están ya en EE.UU. en un nivel próximo al neutral, es decir, al nivel en el que los tipos de interés ni estimulan la economía ni la contraen. Powell dijo, en concreto, que el nivel actual de los tipos de interés está "justo por debajo" ("just below") de lo que sería su nivel neutral y eso ha movido al mercado a pensar que en el 2019 no habrá tres o cuatro subidas de tipos de interés sino tan solo una o como mucho dos. El consenso académico sitúa hoy el interés neutral en el 3% y dado que tras la casi segura subida de diciembre el tipo de intervención federal quedará en el 2,5% quedarían, como mucho, dos subidas hasta el 3%.
Lo curioso de esta reacción de las Bolsas americanas es que, de nuevo, los inversores parecen poner el foco de sus preocupaciones en el nivel de tipos de interés y no en el crecimiento, que aparentemente era lo que les inquietaba hace dos semanas. Dicho de otra forma, si Powell dice que los tipos están cerca del nivel neutral, es porque ahora la Fed ya no ve las cosas tan claras como las veía a fin de septiembre, cuando subió tipos e hizo un comunicado muy optimista sobre el crecimiento norteamericano. Sin embargo, en un Wall Street deseoso de tener un fin de año feliz, los mercados se han quedado con la parte positiva del mensaje, la de unos tipos de interés bajos por más tiempo (lower for longer).
Los tipos de interés de los bonos de largo plazo también nos indican esa previsión de menor crecimiento futuro, ya que el interés del bono del Tesoro a diez años (T bond) cerró el viernes por debajo del 3% siendo así que hace poco estaba en el 3,25%. Igualmente, el petróleo con su brusca caída, que ha llevado a los futuros del crudo ligero (WTI) en menos de dos meses desde los 75 dólares/barril a los 50 dólares de estos últimos días, parece también descontar una desaceleración económica global
Las Bolsas americanas vuelven así, al parecer, a la euforia y además vuelven a subir más que las restantes Bolsas globales, algo que no sucedía desde hace varias semanas, y que en nuestra opinión, como ya hemos dicho en otros comentarios, es insostenible.
Powell ha sido el principal motor de esta última semana de noviembre, pero no el único. Las expectativas creadas por el encuentro entre Trump y Xi Jinping en Buenos Aires dentro de la reunión del G20 impulsaron también a las Bolsas el viernes, sobre todo a última hora, cuando un oficial de la delegación china dijo que el "consenso" estaba creciendo en las negociaciones, manifestación que movió a los futuros del S&P a cerrar en máximos del día. Al final en el G20 ha habido mini-acuerdo, en forma de tregua por noventa días, pero el G20 ha sido más bien anodino e insulso, con pocos resultados dignos de tal nombre, aunque políticamente correcto, evitando al máximo términos como "proteccionismo" u otros que pudiesen molestar a alguno de los presentes. Trump y Xi Jinping se dan una tregua de noventa días para negociar, comprometiéndose a no subir los aranceles del 10% al 25% en esos noventa días. El mercado lo va a celebrar, pero no es mucho, aunque al menos da un respiro.
Lo que pasa es que realmente, aunque los mensajes de Powell y los acuerdos del G20 den algo de calma a los mercados, las cuestiones de fondo van por otro lado y conectan con el agotamiento del modelo de crecimiento basado en la acumulación de deuda. Las preguntas son múltiples: ¿se está desacelerando la economía global a gran velocidad, como parecen anticipar algunos indicadores, o estamos sólo ante un descanso temporal en el crecimiento? ¿Va a quedar la economía norteamericana tocada por el enorme incremento de la deuda del Gobierno, que se ha disparado con Trump? ¿Va a ganar China a la larga su guerra por el liderazgo global con EE.UU.? Si eso sucede, ¿cuáles son las consecuencias para la economía global?
Nadie sabe a ciencia cierta cuál es la respuesta a esas preguntas, pero en nuestra opinión y a riesgo de equivocarnos, la clave para que las Bolsas suban en el 2019 sigue estando en el crecimiento, más que en la evolución de los tipos de interés. En este sentido, el FMI ha alertado de nuevo en el G20 de Buenos Aires del riesgo de desaceleración global en una nota que publicó el viernes al finalizar la reunión.
Pero más a corto plazo, de aquí a fin de año, la Fed va a tener un impacto fundamental en las Bolsas y realmente podría ser determinante para que haya o no "rally" de Navidad. Aparentemente, a la vista de los mensajes de Powell la Fed podría estar dispuesta a activar el famoso "put" al que tanto cariño tenían Bernanke y Yellen y que Powell parecía haber olvidado. Tal vez el nivel 2.600 del S&P sea ahora el nuevo nivel de esa "put", aunque lo dudamos ya que parece un nivel demasiado alto. Si realmente la Fed ha decidido activar esa palanca, la gran pregunta a corto plazo es si se va a limitar a calmar al mercado tras las turbulencias de octubre y noviembre o si va a ir más allá, impulsando un rally de fin de año en toda regla, con vuelta a máximos.
Entramos en diciembre, un mes tradicionalmente alcista para las Bolsas americanas, de la mano de la tregua en la guerra comercial con China y del previsible tirón inicial que ese acuerdo puede tener. Esta próxima semana hay datos importantes para comprobar la salud del crecimiento económico y a la vez tenemos varias comparecencias de miembros de la Fed, incluido el presidente. Por el lado del crecimiento, se publican los ISMs manufactureros y de servicios en EE.UU. y los PMIs en Europa, así como la producción industrial alemana de octubre. El viernes se publica el informe de empleo americano de noviembre, esperándose una creación de doscientos mil nuevos puestos de trabajo y una subida salarial anualizada del 3,1%.
Por el lado de los mensajes de la Fed lo más relevante es la comparecencia de Jerome Powell el miércoles ante el Congreso para dar su testimonio semianual. Pensamos que Powell hará un discurso más medido que el del pasado miércoles, manteniéndose fiel a la política de no intervención en los mercados que hasta ahora ha venido practicando desde que tomó posesión el pasado febrero. Un discurso que probablemente moverá a la consolidación de niveles, pero, en nuestra opinión y aun a riesgo de equivocarnos, sin fuerza para atacar los máximos anuales.
Juan Carlos Ureta Domingo
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