Opinión

No es solo la política

Las primeras sesiones de noviembre, con reuniones de la Fed, del Banco de Japón y del Banco de Inglaterra en las que no ha pasado nada, han servido para confirmar que, como decíamos en nuestro anterior comentario, es improbable una disociación entre las Bolsas europeas y las americanas. O, dicho de otra forma, para demostrar que la continuidad del "rally" de las Bolsas de la zona euro está condicionada a que el S&P supere su actual fase de debilidad.

Las nueve sesiones consecutivas de caídas del S&P, algo que no se había producido desde 1980, han cortado en seco la subida de la que venían disfrutando los índices europeos, y, además, con la novedad de que esta vez los índices europeos han caído bastante más que los americanos, rompiendo la pauta de octubre.

A pesar de sus nueve sesiones seguidas a la baja, el S&P (que está aún muy cerca de sus máximos históricos) ha caído en la semana solo un 2%, mientras el Eurostoxx ha perdido el 4%, el doble, y nuestro Ibex, muy impactado por los Bancos, algo más, el 4,4%. Por su lado el Nikkei se ha dejado un 3% en las últimas cinco sesiones y el MSCI Emerging Markets en dólares un 1,8%. Claramente las plazas europeas han sido las más castigadas por el temor a que Trump pueda ser el vencedor en las elecciones del próximo martes.

No deja de ser curioso el mayor impacto del 'efecto Trump' en las acciones europeas y en particular en el sector bancario. Los Bancos, salvo ING, han visto las mayores caídas semanales. Solo algunas empresas superan los descensos de la banca, como la alemana Adidas que ha sufrido un recorte semanal de más del diez por ciento por sus resultados o la red social Facebook, que ha caído un 7% por la previsión de menores ventas en los próximos trimestres.

Aunque ciertamente un triunfo de un candidato tan inquietante como Trump crearía bastante inseguridad en todo el mundo, la reacción de las Bolsas europeas, y del sector bancario en particular, nos hace dudar de que sea solo el temor a Trump lo que ha movido tan a la baja a las Bolsas esta última semana. Hay que pensar en más factores.

Y el factor principal, a nuestro juicio, es la sensación de fragilidad que producen unas valoraciones muy elevadas, que solo son sostenibles si se prolonga en el tiempo de forma indefinida el escenario monetario de tipos de interés anormalmente bajos y de liquidez ilimitada creado por los Bancos Centrales. Un escenario que siempre se ha contemplado como transitorio, pero que ha durado ya más de lo previsible.

La sensibilidad de las Bolsas ante un eventual triunfo de Trump, como la que tuvieron ante el Brexit hace ahora cuatro meses, es una manifestación más de esa fragilidad de los mercados ante el inevitable proceso de normalización monetaria que tarde o temprano vendrá. El Brexit o Trump son señales de que las valoraciones hechas flotando en un mar de dinero barato no son sostenibles, y este es el mensaje de los mercados desde la caída de las Bolsas en agosto de 2015, una caída que fue provocada por la devaluación del yuan, y que marcó un punto de inflexión a partir del cual cambió definitivamente el mercado.

Dicho esto, y en lo que a las elecciones americanas se refiere, es posible que, como señalaba hace unos días Nassim Taleb, el creador de los 'cisnes negros', una eventual victoria de Trump no sea tan traumática como lo fue la del Brexit, ya que esa victoria, a diferencia del Brexit, no será una sorpresa totalmente inesperada.

Pero, por si acaso sucede lo contrario, un buen ejercicio puede ser revisar tanto los mínimos anuales de febrero como los niveles a los que cayeron las Bolsas el pasado 24 de junio tras el Brexit. En febrero el S&P cayó hasta cerca de los 1800 puntos, pero no traspasó ese nivel. En junio, tras el Brexit, la caída se detuvo en los 2000 puntos. El Eurostoxx por su lado ha encontrado su 'suelo' en los 2700 puntos, tanto en febrero como en junio. Para el Dax alemán ese 'suelo' estuvo algo por debajo de los 9000 puntos en febrero y algo por debajo de los 9500 en junio. Finalmente nuestro Ibex detuvo su caída en los 7500 puntos tanto en febrero como en junio.

Estos son los niveles a vigilar esta semana para tratar de aprovechar, una vez más, los movimientos.

La volatilidad ha subido (el futuro del Vix cerró el pasado viernes en 19,3 puntos con una fuerte alza semanal) y el oro, que es el otro gran indicador del 'miedo' de los inversores, también. El petróleo sin embargo ha bajado y el WTI cerró el viernes en 44,125 dólares/barril.

Son señales de que el riesgo vuelve a ser valorado por los mercados, un riesgo cuyo principal motor es la inevitable normalización de las políticas monetarias a la que asistiremos en el curso de los próximos años. Pero, si como consecuencia del resultado electoral americano el S&P llegase a los 1800 puntos, el Eurostoxx a 2.700 puntos o el Ibex a 7500 puntos pensamos que es momento de utilizar la liquidez de la que dispongamos. Podemos también trabajar estas hipótesis a través del mercado de opciones.

 

D.Juan Carlos Ureta Domingo
Tel: 91 398 48 05 Email: online@renta4.es


El presente artículo de opinión no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben. El inversor que tenga acceso al presente artículo de opinión debe ser consciente de que los valores, instrumentos o inversiones a que el mismo se refiere pueden no ser adecuados para sus objetivos específicos de inversión, su posición financiera o su perfil de riesgo ya que éstos no han sido tomados en cuenta para la elaboración del presente artículo de opinión, por lo que debe adoptar sus propias decisiones de inversión teniendo en cuenta dichas circunstancias y procurándose el asesoramiento específico y especializado que pueda ser necesario.

El contenido del presente documento así como los datos, opiniones, estimaciones, previsiones y recomendaciones contenidas en el mismo, han sido elaborados por Renta 4, con la finalidad de proporcionar a sus clientes información general a la fecha de emisión del artículo de opinión y está sujeto a cambios sin previo aviso. Este documento está basado en informaciones de carácter público y en fuentes que se consideran fiables, pero dichas informaciones no han sido objeto de verificación independiente por Renta 4 por lo que no se ofrece ninguna garantía, expresa o implícita en cuanto a su precisión, integridad o corrección.

Renta 4 no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el contenido del presente documento. Ni el presente documento ni su contenido constituyen una oferta, invitación o solicitud de compra o suscripción de valores o de otros instrumentos o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir de base a ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.

Renta 4 no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida directa o indirecta que pudiera resultar del uso de este documento o de su contenido. El inversor tiene que tener en cuenta que la evolución pasada de los valores o instrumentos o resultados históricos de las inversiones, no garantizan la evolución o resultados futuros.

El precio de los valores o instrumentos o los resultados de las inversiones pueden fluctuar en contra del interés del inversor incluso suponerle la pérdida de la inversión inicial. Las transacciones en futuros, opciones y valores o instrumentos de alta rentabilidad (high yield securities) pueden implicar grandes riesgos y no son adecuados para todos los inversores. De hecho, en ciertas inversiones, las pérdidas pueden ser superiores a la inversión inicial, siendo necesario en estos casos hacer aportaciones adicionales para cubrir la totalidad de dichas pérdidas.

Por ello, con carácter previo a realizar transacciones en estos instrumentos, los inversores deben ser conscientes de su funcionamiento, de los derechos, obligaciones y riesgos que incorporan, así como los propios de los valores subyacentes de los mismos. Podría no existir mercado secundario para dichos instrumentos.

Cualquier Entidad integrante del Grupo Renta 4 o cualquiera de las IICs o FP gestionados por sus Gestoras, así como sus respectivos directores o empleados, pueden tener una posición en cualquiera de los valores o instrumentos a los que se refiere el presente documento, directa o indirectamente, o en cualesquiera otros relacionados con los mismos; pueden negociar con dichos valores o instrumentos, por cuenta propia o ajena, proporcionar servicios de asesoramiento u otros servicios al emisor de dichos valores o instrumentos, a empresas relacionadas con los mismos o a sus accionistas, directivos o empleados y pueden tener intereses o llevar a cabo cualesquiera transacciones en dichos valores o instrumentos o inversiones relacionadas con los mismos, con carácter previo o posterior a la publicación del presente artículo de opinión, en la medida permitida por la ley aplicable.El Grupo Renta 4 Banco tiene implementadas barreras de información y cuenta con un Reglamento Interno de Conducta de obligado cumplimiento para todos sus empleados y consejeros para evitar o gestionar cualquier conflicto de interés que pueda aflorar en el desarrollo de sus actividades.

Los empleados de Renta 4, pueden proporcionar comentarios de mercado, verbalmente o por escrito, o estrategias de inversión a los clientes que reflejen opciones contrarias a las expresadas en el presente documento.

Ninguna parte de este documento puede ser: (1) copiada, fotocopiada o duplicada en ningún modo, forma o medio (2) redistribuida o (3) citada, sin permiso previo por escrito de Renta 4. Ninguna parte de este artículo de opinión podrá reproducirse, llevarse o transmitirse a aquellos países (o personas o entidades de los mismos) en los que su distribución pudiera estar prohibida por la normativa aplicable. El incumplimiento de estas restricciones podrá constituir infracción de la legislación de la jurisdicción relevante.

El sistema retributivo del autor/es del presente artículo de opinión no está basado en el resultado de ninguna transacción específica de banca de inversiones.