Algunos aspectos clave de la movilidad son el 5G, la nube, la ciberseguridad, Edge computing, etc. Además, existen presiones regulatorias que incentivan al desarrollo de nuevos vehículos y fuentes de alimentación, como los eléctricos o los de hidrógeno.
Por otro lado, las ciudades se enfrentan a retos como la gestión de una población creciente que migra a los centros urbanos. Se estima que, en menos de una generación, la población mundial sea de 10.000 millones, y que el 68% viva en ellas.
Todos estos desafíos requieren de soluciones que pasan por la movilidad y el uso eficiente de los recursos que tenemos, así como del desarrollo de tecnologías que nos ayuden a mejorar cualquier sistema de transporte.
La tecnología es uno de los motores que impulsan la innovación en la movilidad. Los vehículos estarán conectados entre sí y a la infraestructura en la que se muevan (sean coches, drones, trenes, etc.), lo que aumentará su seguridad. Los sistemas de conectados optimizarán los recursos de aparcamientos, por ejemplo, así como el tiempo de desplazamiento en los trayectos o repartos.
Las oportunidades de la tecnología en la movilidad son enormes. Por ejemplo, el que existan vehículos en los que el conductor no tenga que centrarse en la carretera hace que ese tiempo pueda ser utilizado en otro tipo de trabajo. Según Intel, este aumento de la productividad del tiempo deriva en un incremento del valor de la industria de más de 7 veces el actual. Para poder verlo con cifras, la media que pasa un estadounidense en desplazamientos por año es de 212 horas. Es decir, el coche autónomo podría liberar 250 millones de horas. Pero también podría salvar millones de vidas de accidentes provocados por errores humanos. Si bien es cierto, esto requiere de un desarrollo tecnológico, de infraestructuras, y regulatorio.
Los gobiernos nacionales y los locales, cada vez más, impulsan paquetes de incentivos relacionados con infraestructuras, tecnología y movilidad, que tengan que ver con un impacto positivo en el medioambiente. Estas ayudas y las grandes sumas de la industria destinadas a la innovación, hacen que los desarrollos de las soluciones sean efectivos en muy poco tiempo. Esto se puede ejemplificar con los cargadores de coches eléctricos:
El nuevo concepto de vehículo se va dejando ver con los pequeños avances que observamos: reducción de consumo, pruebas de vehículos autónomos, ingentes sumas destinadas a investigación tecnológica, el carsharing, etc. Para poder visualizar algunos de estos cambios, podemos utilizar una sencilla infografía.
El sector de la movilidad, impulsado por la tecnología, tiene que experimentar numerosos cambios. Algunos de ellos no serán efectivos en el corto plazo, pero sí lo serán muchos de ellos. Repensar el futuro de la movilidad crea un horizonte muy amplio y atractivo de inversión.
Alternativas de inversión
BNY Mellon Mobility Innovation (Fondo de inversión IE00BZ199G90).
Fondo de renta variable temático que invierte en la movilidad inteligente.
La cartera se concentra en aquellas empresas en posición de beneficiarse de la llamada "revolución de la movilidad", la actual disrupción del transporte y de sectores relacionados. Esta disrupción tiene cuatro componentes clave: conectividad, vehículos autónomos, movilidad compartida ("ride sharing") y electrificación.
Se concentra en empresas innovadoras en el área de la movilidad inteligente con potencial para convertirse en líderes del mercado.
Invierte en compañías de cualquier capitalización, aunque se centra en las medianas.
Conozca el fondo pinchando aquí:
Entrevista con Ralph Elder, director general de BNY Mellon IM para Iberia y Latam, para la Revista Inversión.
Carlos Arenas Laorga
Tel: 91 398 48 05 Email: clientes@renta4.es