Opinión

Las tecnológicas rescatan el 'caso alcista' y devuelven al S&P a los 5.100 puntos

Tras tres semanas seguidas de recortes y justo cuando la sensación era que la corrección iniciada desde los máximos de fin de marzo podía ir a más, las Bolsas han reaccionado en la última semana completa de abril con una considerable subida, que ha sido especialmente fuerte en las tecnológicas, con el índice Nasdaq ganando un 4,23% en la semana. Por motivos distintos, básicamente ligados al buen comportamiento de los valores bancarios, nuestro Ibex también ha tenido una gran semana, ganando casi un 4%.

Las subidas han sido generalizadas, con un alza semanal del 1,8% para el Eurostoxx, del 2,9% para el S&P, del 2,3% para el Nikkei o del 2,4% para el Dax alemán, quedando algo más rezagados el Dow Jones, que ha subido solo el 0,8% afectado por las caídas de Intel y de IBM, y el Cac francés, también con una subida del 0,8%, afectado por valores como Kering, cuyas cifras no gustaron.

Los resultados empresariales han sido, esta vez, el motor que ha impulsado las alzas, y han logrado imponerse a unos datos macroeconómicos que en el caso de Estados Unidos no han sido muy buenos. En Europa, los PMIs adelantados de abril han sorprendido positivamente, con el índice compuesto en máximos de 11 meses, y los indicadores adelantados de ciclo sugieren que Europa en general y Alemania en particular van mejorando, como indica la última encuesta IFO de sentimiento empresarial. Se aleja, por tanto, el fantasma de la deflación, al haber dejado atrás lo peor Alemania, hasta hace poco considerado “el enfermo de Europa”. Pero en EE. UU. el jueves pasado supimos que el PIB del primer trimestre creció solo el 1,6% en términos anualizados, y el viernes supimos que el deflactor de consumo privado (PCE deflator) subió un 2,7% en marzo, y el subyacente excluyendo energía y alimentos un 2,8%, algo por encima de las estimaciones del consenso de analistas.

Esos datos sugerirían un cierto estancamiento económico en EE. UU. que, unido al pequeño repunte de la inflación, podrían hacer pensar en un escenario de “estanflación”. Pero la otra lectura posible, más en línea con el informe de primavera del Fondo Monetario Internacional, es que vamos hacia un periodo de crecimiento bajo pero positivo, es decir sin recesión, y que la inflación, aunque cueste la “última milla”, está ya básicamente encauzada gracias a la actuación de los Bancos Centrales y a la menor tensión en los precios de las materias primas.

Esta lectura “amable” de los datos macro se vio muy reforzada el viernes gracias a las buenas sensaciones que dejaron Alphabet-Google y Microsoft en su presentación de resultados el jueves tras el cierre de los mercados americanos. Lo que el mercado leyó en ambos casos, pero sobre todo en el de Alphabet, es que la tecnología ha vuelto, que está ahí otra vez (“tech is back”) y que la gran fuerza innovadora es la disrupción, una fuerza que puede con todo y que es muy transformadora. Hay que decir que esta buena acogida de la Bolsa a los datos de Microsoft y de Alphabet se produjo después de que Meta Platforms publicase sus números el miércoles, recibiendo una pésima respuesta por parte del mercado, y después de que publicase el martes la también tecnológica Tesla, curiosamente con malas cifras, pero con excelente recepción por los inversores.

Lo cierto es que Alphabet provocó la reacción alcista de las Bolsas americanas el viernes, con el Nasdaq subiendo más de un 2% y cerrando la semana con la ya mencionada ganancia de un 4,23%, no solo ha vuelto a situar al S&P en los 5.100 puntos, al Eurostoxx por encima de los 5.000 puntos y al Nasdaq a las puertas de los 16.000 puntos, sino que ha hecho revivir la idea de ese “mercado alcista secular” que dominó en las Bolsas al finalizar el primer trimestre. Resucita la idea de que podemos estar entrando en un nuevo “bull market” de largo plazo.

Junto a esa vuelta de la tecnología, ha habido otros catalizadores, sobre todo en las Bolsas europeas. En España esos catalizadores han sido los Bancos (por cierto, también en el Dow Jones con Goldman Sachs y JP Morgan), con fuertes subidas semanales, al calor de la espectacular evolución del Banco de Sabadell, que nos recuerda que la buena gestión es lo más esencial, y en otras Bolsas europeas los catalizadores han sido algunos valores industriales o de lujo. Pero el impulso global esta semana pasada tiene nombre propio y ese nombre es Alphabet.

La pregunta ahora es si de verdad está finalizada la corrección y si, por tanto, volvemos al mercado alcista. La magia de las tecnológicas ha reaparecido y no hay que minusvalorarla, ya que la tecnología ha sido y seguirá, en nuestra opinión, siendo el principal motor del mercado alcista a largo plazo. Pero lo que hemos visto esta última semana no nos permite dar por sentado que la corrección bursátil haya llegado a su final. Es verdad que el Nasdaq ha avanzado un 4,3% en la semana, pero tras esa subida sigue en pérdidas en las últimas cuatro semanas y desde el 1 de abril pierde un 2,4%. Lo mismo pasa con los restantes grandes índices: han subido todos esta última semana, pero en el conjunto de las cuatro últimas semanas desde que empezó abril, todos están en pérdidas, a falta solo de dos sesiones para terminar el mes. Las únicas excepciones son nuestro Ibex y el FTSE inglés.

Hay que ver, por tanto, si el impulso alcista de esta última semana, que ha llevado a máximos históricos de todos los tiempos a valores como Alphabet, General Motors, Colgate, Chipotle o Goldman Sachs, entre otros, continúa o no.

Hay un buen número de resultados empresariales, destacando sobre todo los de otras dos megatecnológicas, como Amazon el martes y Apple el jueves. Pero hay otras muchas empresas que reportan cifras como Advanced Micro Devices, Super Micro Computer, PayPal, Coca Cola, Qualcomm, Mastercard o en Europa, Volkswagen, Santander, BBVA o ING.

Junto a esos resultados, las otras dos grandes citas de la semana son la reunión de la FED el miércoles, con comunicado y rueda de prensa posterior, y el informe de empleo americano de abril el viernes.

Apostaríamos por una nueva semana tranquila y moderadamente alcista, a la espera de que se despeje el calendario de rebajas de tipos, y a la espera de poder valorar de forma más amplia y global los resultados empresariales del primer trimestre y el estado en el que se encuentran las economías norteamericana y europea, tanto en lo que se refiere al crecimiento como en lo que se refiere a la inflación.

Juan Carlos Ureta Domingo
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