Opinión

La gran prueba de la Fed

Pocos días después de las grandes caídas de las Bolsas a mediados de octubre, que estuvieron a punto de romper a la baja niveles técnicos muy críticos, como el 1.800 del S&P 500, la normalidad parece haberse recuperado y los índices vuelven a acercarse a los máximos. En concreto el S&P está a menos de cincuenta puntos, o lo que es lo mismo a menos de un 3%, de su récord histórico de todos los tiempos, tras una subida semanal del 4% que es la mejor desde enero de 2013. El resto de plazas también han subido con fuerza en la semana, el Nikkei y el Nasdaq más de un 5%, el Mib italiano y nuestro Ibex 35 en torno al 4%, siendo el peor índice esta vez el Dax que subió solo el 1,5% en la semana.

Los factores que han apoyado esta subida han sido el anuncio por el BCE del inicio de su programa de compras de cédulas y bonos privados, un PMI preliminar chino de octubre algo mejor de los previsto, un PIB chino que subió el 7,3% en el tercer trimestre, el menor crecimiento de los últimos cinco años pero algo mejor que lo esperado, y los PMI de manufacturas de octubre de la zona euro publicados el pasado jueves, mejores de lo que se esperaba. Han acompañado también algunos buenos datos y buenos resultados en EE.UU.

Los temores de una "tercera recesión" en la zona euro parece que se han olvidado y los mercados han pasado casi de golpe del desplome desordenado a la euforia compradora. Un cambio de ánimo en cierto modo previsible en unas Bolsas muy alimentadas por el dinero abundante y barato y por la falta de alternativas, pero que deja en el aire la misma pregunta que nos hacíamos la semana pasada ¿está agotado o a punto de agotarse el ciclo alcista de los mercados que se inició en verano de 2012 con las políticas de apoyo "ilimitado" (whatever it takes) de los Bancos Centrales?

Esa es la gran pregunta, a la que tendremos que ir respondiendo en los próximos meses, y que determina la estrategia de inversión. Si pensamos que al ciclo alcista le queda vida lo que debemos hacer es comprar en las caídas (buy on dips) y, en este sentido, habrá sido muy acertado comprar en los mínimos del 15 y 16 de octubre. Si, por el contrario, pensamos que el modelo está en fase de agotamiento lo que debemos hacer es aprovechar repuntes como el de esta semana pasada para ir vendiendo (sell on highs).

Y es una pregunta que conecta de lleno con lo que en nuestra opinión va a ser la gran cita de la semana, que es la reunión de la Fed del martes y miércoles en la que en principio está previsto que ponga fin a las inyecciones mensuales de liquidez que inició en octubre de 2012, es decir, que ponga fin al programa conocido como QE3. La Fed tiene ante sí una prueba de fuego al finalizar el programa de expansión monetaria como paso previo a un posible inicio de la subida de los tipos de interés a mediados de 2015, lo cual supone ir saliendo del novedoso e inédito experimento que suponen las políticas de expansión de la base monetaria comprando activos contra el balance del Banco Central ("quantitative easing")

Los mercados se encuentran sometidos a un doble fuego cruzado. Por un lado la desaceleración global del crecimiento, por otro lado la amenaza que supone la finalización de la QE3 y la subsiguiente subida de tipos de interés. Son los dos grandes factores que van a determinar, en el medio plazo, la respuesta a la pregunta de si ha terminado o no el ciclo alcista guiado por la liquidez y por eso es importante lo que diga la Fed, sobre todo las pistas que pueda dar sobre el momento en el que empezarán a subir los tipos, y la reacción de los inversores ante lo que diga la Fed.

Hay, además, otras cuestiones de interés en la semana como la lectura de los test de estrés de la banca europea, datos económicos como pedidos de bienes duraderos, el primer avance del PIB americano del tercer trimestre, la confianza del consumidor americano de la Universidad de Michigan o la encuesta IFO alemana. Por el lado de los resultados empresariales, publican muchísimas compañías y hasta ahora hay que recordar que las cifras han sido mejores en las empresas americanas que en las europeas, ya que en EE.UU. el 70% de las empresas del S&P que han reportado han batido las estimaciones de beneficios y el 59% han batido las estimaciones de ventas.

La semana pasada expresábamos nuestra opinión de que las sucesivas fases de turbulencia que hemos ido viendo en las Bolsas este año 2014 indican, a nuestro juicio, que estamos viendo el agotamiento del modelo alcista basado en la liquidez, un modelo que ha tenido su máxima expresión a nivel bursátil en los máximos históricos del S&P del pasado septiembre. Decíamos también que era "altamente posible" que a corto plazo las Bolsas se estabilizasen e incluso subiesen algo, como efectivamente ha sucedido.

El índice principal a observar es el S&P, que ha tenido un rebote muy espectacular desde los 1.820 puntos del 15 de octubre a los 1.964 puntos de cierre del viernes pasado. Por ahora esa subida de la semana pasada, aunque muy vertical, no altera la idea de fondo de que los máximos de septiembre puedan ser ya los máximos de este año e incluso del ciclo, pero habrá que seguir con atención los mercados, ya que si el S&P vuelve a los dos mil puntos y, sobre todo, si los rompe hacia arriba, podemos ver aún una pata al alza guiada por la hiperliquidez. En nuestra opinión, y como decíamos hace siete días, será muy difícil que veamos esta vuelta de los índices a los máximos anuales, dada la doble amenaza de la desaceleración global del crecimiento y la posible subida de los tipos de interés americanos. Pero la experiencia nos aconseja no ser rígidos en unos mercados que están viviendo un experimento monetario nunca antes visto en la historia.

Por tanto, de cara a fin de año, vamos a fijarnos de nuevo en el S&P, que es el indicador líder a nivel global, y vamos a ver cómo reacciona ante los numerosos e importantes eventos de esta próxima semana, sobre todo a lo que diga la Fed. Pase lo que pase en este tramo final de 2014, pensamos que para 2015 siguen plenamente vigentes los mensajes de los días 15 y 16 de octubre cuando los índices principales estuvieron a punto de romper técnicamente a la baja niveles muy significativos que habrían generado una fuerte caída adicional.

null