El esperado rebote de las Bolsas se ha hecho por fin realidad en la primera semana de octubre, y lo ha hecho con gran fuerza y, además, de forma muy generalizada. Hemos visto subidas semanales superiores al 3% en el Dow Jones y el S&P, del 4% en el Nikkei, superiores al 5% en el Eurostoxx, Dax, Cac e Ibex, de más del 15% en la Bolsa rusa y de casi el 5% en el Bovespa brasileño. Por su parte el MSCI Emerging Markets en dólares ha subido el 6,9% en la semana. Una remontada en toda regla, por tanto.
La clave de estas subidas hay que buscarla en el giro que han dado las materias primas y las compañías vinculadas a ellas. Hemos visto subidas en casi todas las materias primas, con el petróleo a la cabeza. Los futuros del Brent han ganado un 9,7% en la semana y los futuros del West Texas Intermediate han superado de nuevo el nivel de los 50 dólares barril. El cobre por su lado ha recuperado un 3% y en las compañías mineras hemos visto alzas generalizadas, en algún caso como el de Glencore tan verticales casi como lo habían sido las caídas previas.
Los mensajes dados por el FMI en su reunión de otoño celebrada en Lima han tenido mucho que ver en ese rebote. Lo más relevante es que el FMI ha alejado los temores de "recesión/deflación" global, pese a anunciar un menor crecimiento global en el 2015 y pese a decir que será el peor año en términos de crecimiento desde el 2009. Lo que viene a decir el FMI es que creceremos menos, por los emergentes, pero creceremos. Estas buenas noticias del FMI se vieron reforzadas el jueves por la publicación de las actas de la última reunión de la Fed, que ponen de manifiesto que será muy difícil que los tipos de interés suban hasta el año 2016.
Finalmente, el acuerdo comercial entre EE.UU. y los países asiáticos alcanzado la semana pasada, el llamado Tratado del Pacífico (Trans Pacific Partnership) ha supuesto otro apoyo interesante para unos inversores que, como decíamos en nuestro anterior comentario, están muy deseosos de encontrar cualquier excusa para dejar atrás las fuertes caídas de agosto y septiembre.
La fuerza del rebote ha sido tal que ya se está hablando de "rally" de fin de año, recordando lo sucedido en el 2014, cuando tras el mini crash de la primera quincena de octubre las Bolsas rebotaron con muchísima fuerza, cerrando de forma espectacular el año. ¿Va a pasar lo mismo este año?
Los resultados empresariales del tercer trimestre pueden ser claves para responder a esa pregunta, y en ese sentido esta semana tenemos un bloque importante de resultados del sector bancario americano, con JP Morgan, Citigroup, Bank of America, Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley reportando sus cifras. Aunque todos los sectores cuentan, no cabe duda de que si no hay "rally" de los valores bancarios no veremos fortaleza en los índices, por tanto es importante observar lo que nos dicen las cifras sobre la evolución de los Bancos en el tercer trimestre.
A nivel técnico, los índices principales han salido de la zona de peligro que suponía romper a la baja los niveles de hace diez días, pero están lejos de mostrar la fortaleza necesaria como para pensar en nuevos máximos anuales. Los problemas, a nivel macro, siguen siendo la debilidad del crecimiento global y la amenaza de normalización de tipos por la Fed, en un contexto de elevada deuda y de expectativas dudosas. La normalización de la política monetaria es un proceso muy delicado y la diferencia entre hacerla bien o hacerla mal es enorme. El FMI ha cifrado esa diferencia en 3 puntos del PIB global al decir que si esa normalización de los tipos se hace bien el impacto positivo en el PIB global será de un 0,6%, pero si se hace mal el impacto negativo será de un menos 2,4%.
Las señales de esta última semana sobre las materias primas son buenas, afectan positivamente a las economías emergentes, y permiten pensar que se evitará el coctel explosivo de una caída de las "commodities" y una subida del dólar en medio de un enorme sobreendeudamiento en dólares por parte de los países emergentes y sus empresas, que los hace especialmente sensibles al ajuste monetario en EE.UU. China, Tailandia, Turquía, Brasil, Indonesia, Malasia, Arabia Saudí, Méjico, Rusia y Argentina son los países más afectados y, por eso, el FMI ha lanzado su petición a la Fed de que espere para subir los tipos.
Junto a las ya mencionados resultados de varios importantes Bancos americanos, hay otros anuncios de resultados como los de Johnson & Johnson, Intel o American Express entre otros, y además se publica el Libro Beige sobre la evolución de la economía norteamericana, el índice de la Fed de Filadelfia, la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, la encuesta de manufacturas de Nueva York, varios IPC en la zona euro y otros datos macroeconómicos de interés.
Tras el magnífico "rally" de la semana pasada los ánimos están muy reforzados y el pensamiento vuelve a ser el de "rally" de fin de año, amparado por una Fed que no sube los tipos, un BCE que seguirá haciendo lo que haga falta ("wahtever it takes") y un Banco de Japón del que se espera que amplíe sus estímulos monetarios a fin de octubre.
Ese escenario de "final de año feliz" es perfectamente posible, pero también lo es el de un cuarto trimestre lateral e incluso ligeramente bajista, pese a todo el apoyo monetario, y por ello es preferible esperar a tener mayor perspectiva de los resultados del tercer trimestre, sobre todo los de la banca, y a conocer los indicadores de actividad del cuarto trimestre. Mantener niveles amplios de liquidez, en este entorno lleno de dudas, nos sigue pareciendo una posición razonable.
D.Juan Carlos Ureta Domingo
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