Impulsadas por la victoria en primera vuelta de Macron, las Bolsas europeas han recuperado esta semana el protagonismo frente a las americanas, con una subida del Eurostoxx del 3,5% frente al 1,5% del S&P en las últimas cinco sesiones. La reunión del BCE el pasado jueves y, sobre todo, la rueda de prensa posterior de Draghi, con sus mensajes especialmente "dovish", han ayudado a ese buen tono de las Bolsas europeas, al que han contribuido también los buenos resultados empresariales publicados, sobre todo en el sector bancario, que es, una vez más, el que ha liderado las ganancias.
Es curioso que la banca sea el sector que más ha subido, siendo así que el discurso de Draghi del pasado jueves parece alejar en el tiempo las subidas de tipos. Tras la victoria de Trump el pasado noviembre, las cotizaciones de los Bancos se dispararon al alza por la expectativa de reflación generada por el nuevo presidente americano. La idea era que un crecimiento económico vigoroso y unos tipos al alza benefician a los Bancos al mejorar la calidad de sus activos y posibilitar un mayor margen financiero de intereses. Una idea que impulsó en la recta final de 2016 a la banca americana y en el primer trimestre de 2017 a la europea.
Pero a partir de abril las expectativas de reflación se han ido desinflando, y los tipos de interés así lo han reflejado, con recortes desde los máximos de marzo. El bund, cuyo tipo llegó a superar el 0,50% hace pocos meses, cerró el pasado viernes en el 0,31% y el T bond americano en el 2,28%, ambos con ligeras subidas semanales, es verdad, pero muy lejos de indicar un repunte fuerte de la economía en los próximos años.
El mensaje de Draghi del pasado jueves, y los datos que van apareciendo, no hacen sino reafirmar esa "nueva normalidad" de una economía que crece, pero no tan deprisa como el llamado "Trump trade" había previsto. Draghi dijo en su comparecencia tras la reunión del BCE el pasado jueves, que "el Consejo de Gobierno no tiene la confianza suficiente" como para comenzar la retirada de los estímulos y que cree que "la inflación seguirá baja este año". Aunque trató de justificar su prudencia aludiendo al Brexit y a Corea del Norte, tal vez la realidad es que los datos económicos de los que dispone le invitan a ser cauteloso.
Así es, al menos, en el caso de los datos americanos. Tras el decepcionante informe de empleo de marzo, que se publicó a principios de abril, el viernes pasado hemos sabido que el PIB americano ha crecido tan solo el 0,7%, en términos anualizados, en el primer trimestre de este año y asimismo se publicó el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que quedó por debajo de las estimaciones, con 97 puntos frente a 98 previstos. Muchos analistas tratan de justificar el pobre comportamiento del PIB en el primer trimestre, en el mal tiempo, pero las dudas quedan ahí.
Estos datos han ensombrecido, aunque solo en parte, los buenos resultados trimestrales que van presentando las compañías, pero al final hemos visto subidas bastante generalizadas en una semana que ha ido de más a menos, a partir de la euforia desatada el lunes por los resultados electorales de la primera ronda francesa. En EE.UU. el Nasdaq subió un 2,3% en la semana y su índice amplio Composite supero por primera vez en la historia los 6.000 puntos, cerrando el pasado viernes en 6.047 puntos. El Nikkei japonés avanzó un 3% y el MSCI Emerging Markets en dólares el 1,7% pero el protagonismo, como ya hemos dicho, correspondió a las Bolsas europeas, con la francesa a la cabeza. El CAC subió el 4,1% en la semana y el Mib italiano el 4,4%. Incluso La Bolsa griega logró un avance del 6%.
Tenemos por delante una primera semana de mayo que terminará el domingo con la cita electoral definitiva en Francia, en la que es previsible que finalmente sea Macron el nuevo presidente francés. Pero en medio hay muchas cosas importantes. Se publican los ISMs de manufacturas y servicios en Estados Unidos y, asimismo, el próximo viernes el informe de empleo de abril, tras el decepcionante último informe de marzo. En China y en Japón también tenemos PMIs de abril y en la zona euro la tasa de desempleo de marzo, junto a otros datos.
Además se reúne la Fed. No se espera nada nuevo de su comunicado el miércoles pero a nuestro juicio va a ser interesante comprobar si Janet Yellen va a hacer un guiño, igual que lo hizo Draghi el jueves pasado, a la nueva realidad de un mundo que no crece tanto como se esperaba.
Y como colofón tenemos muchos, muchísimos, resultados empresariales a ambos lados del Atlántico y las sorpresas que nos pueda deparar un Trump que necesita desviar la atención desde su incapacidad para hacer el "delivery" de sus promesas electorales hacia el socorrido concepto del "enemigo exterior", que ahora parece ser Corea del Norte.
Desde inicios de abril, las Bolsas europeas están intentando el relevo de las americanas, al romperse la magia del llamado "Trump trade". Aunque un triunfo definitivo de Macron el próximo domingo podría volver a levantar transitoriamente los "espíritus animales" en las Bolsas europeas, que aspiran a coger el testigo alcista de las americanas, pensamos que es mejor mantenerse en niveles de inversión reducidos a la espera de mejores oportunidades.
D.Juan Carlos Ureta Domingo
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