Opinión

Draghi y Yellen buscan una normalización 'beautiful'

La esperada comparecencia de la presidenta de la Fed, Janet Yellen ante el Congreso americano, el pasado miércoles, puesta en contexto con el discurso pronunciado en Sintra por Mario Draghi el martes 28 de junio, muestra de forma muy clara la necesaria coordinación con la que deben actuar los Bancos Centrales, y muy en particular el BCE y la Fed, a la hora de implementar sus políticas monetarias. Esa coordinación ha existido en los ocho años de "easy money" y es obvio que se va a poner el máximo esfuerzo para que también exista en la fase de normalización monetaria.

En Sintra Draghi dio un paso adelante hacia el endurecimiento de las políticas monetarias en la zona euro, y, sin embargo, en Washington Janet Yellen ha dado hace unos días un paso atrás rebajando el tono duro ("hawkish") que venía caracterizando a los mensajes de la Fed desde principios de este año.

De esta forma Draghi y Yellen se aproximan, pero ambos tienen el objetivo común de conseguir una salida muy gradual y suave de la etapa extraordinaria de dinero abundante y gratuito. Ray Dalio acuñó en 2010 el concepto de un desapalancamiento no traumático ("beautiful deleverage") de la economía, asegurando que era posible conseguirlo. Hace pocos días Mohamed El-Erian tomaba prestada la idea de Dalio en un reciente artículo publicado en Financial Times, y decía que los Bancos Centrales van a intentar conseguir una normalización monetaria también "beautiful", es decir, no traumática.

En definitiva, van a intentar que el proceso de subida de tipos de interés y de retirada de liquidez de los mercados no genere turbulencias en la economía ni tampoco en los mercados. Dentro de ese objetivo, el cambio de tono de Janet Yellen en su informe al Congreso tiene mucho que ver, a nuestro juicio, con el hecho de que la llamada "reflación de Trump", que ha dominado en los mercados y en el mundo empresarial desde las elecciones americanas de noviembre hasta mayo de este año, empieza a hacer aguas. Si en enero muchos pensaban que Trump conseguiría poner la economía americana a crecer al 3% o incluso al 4%, y que eso impulsaría hacia arriba al conjunto de la economía global, hoy ya pocos piensan en un crecimiento americano superior al 2%.

Tal vez por eso Janet Yellen ha querido dejar claro que la Fed va a ser muy gradual y no va a afectar negativamente a la economía ya que, en esta fase madura del ciclo monetario expansivo, la salida de las políticas monetarias no convencionales se hará con sumo cuidado y bajo la premisa de que la retirada gradual del "easy money" no perjudique a la economía.

Aunque el propio Ray Dalio daba por sentado hace pocos días en un artículo abierto que se ha conseguido el "beautiful deleverage" podemos poner en duda que realmente haya habido un desapalancamiento cuando la deuda de los países avanzados ha subido casi cincuenta puntos del PIB según los datos del FMI y del Banco de Basilea. De igual forma podemos poner en duda que los Bancos Centrales vayan a conseguir su objetivo de no perturbar a la economía en su proceso de retirada de los estímulos monetarios excepcionales, por muy gradual que dicho proceso sea.

Esta duda es aún mayor si lo que pretenden la Fed y los restantes Bancos Centrales es que el endurecimiento monetario tampoco perjudique a los mercados financieros, a las Bolsas. Es verdad que, de momento, las Bolsas han encajado bien las primeras subidas de tipos y los mensajes de la Fed y del BCE. Pero cuando las Bolsas realmente han reaccionado muy bien es cuando se han dado mensajes "dovish", como los de Yellen el pasado miércoles. Cuando Draghi apuntó en Sintra un giro del BCE hacia posiciones más fuertes, las Bolsas reaccionaron mal. Por contra, tras las palabras de Yellen el S&P y el Dow batieron el viernes pasado máximos históricos de todos los tiempos y todas las Bolsas han cerrado la semana con ganancias. El S&P ha subido el 1,4%, el Eurostoxx el 1,8%, el Ibex el 1,6%, el Nikkei el 1% y el MSCI de emergentes el 4,5%.

Al final llegará el momento en el que las palabras deberán ceder paso a las decisiones concretas y la Fed y el BCE tendrán que decidir si suben o no de verdad los tipos y si retiran o no liquidez reduciendo sus balances. Y esa será la prueba del algodón.

Mohamed El-Erian decía, en el citado artículo, que para que la normalización monetaria sea "beautiful" los gobiernos deben implementar políticas de oferta en favor del crecimiento, reducir su endeudamiento, poner en marcha políticas de gasto público más responsables y, en el caso de la zona euro, reforzar la arquitectura institucional y la unión política. Son condiciones nada fáciles de cumplir, aunque a todos nos gustaría que se cumpliesen.

En los tiempos de la "posverdad" y del "relativismo" todos compramos las ideas "beautiful" que se ponen en el mercado y lo hacemos con entusiasmo, porque estamos deseosos de que funcionen. Eso explica la ya mencionada reacción alcista de las Bolsas esta semana tras el escenario dibujado por Janet Yellen.

Pero llevar a la práctica esas ideas no es tan fácil, y conviene recordarlo cuando se van a cumplir diez años del inicio de la gran crisis financiera, en julio de 2007, cuando suspendieron sus reembolsos dos Fondos de inversión y se secaron los mercados interbancarios.

Esta semana tenemos Bancos Centrales, con las reuniones del BCE y del Banco de Japón, y hay numerosos resultados empresariales. Siguen reportando los Bancos americanos, con Goldman y Bank of America a la cabeza el martes, y además Johnson & Johnson, General Electric, SAP, Netflix o Unilever son algunas de las muchas compañías que darán sus cifras a lo largo de la semana.

Será interesante ver cómo Mario Draghi sigue expresando su mensaje de normalización monetaria en la zona euro y, asimismo, ver si Kuroda encamina al Banco de Japón en esa misma dirección, algo improbable ya que Japón, al no depender del ahorro externo, es seguramente la única economía que se puede permitir llevar al extremo la QE y amortizar luego o hacer perpetuos los bonos adquiridos por el Banco Central.

A nivel técnico el S&P, que sigue siendo el índice líder global y por tanto el que hay que mirar, ha roto los 2.450 puntos, un nivel que se le había resistido en varias ocasiones anteriores, y hay que ver si esa ruptura es sólida, lo que implicaría en el corto plazo un tramo adicional al alza.

Los resultados y los mensajes de los banqueros centrales son la clave para que esa ruptura alcista se produzca o no, pero a medio plazo lo relevante es ver si realmente es posible una normalización monetaria "beautiful".

D.Juan Carlos Ureta Domingo
Tel: 91 398 48 05 Email: online@renta4.es


El presente artículo de opinión no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben. El inversor que tenga acceso al presente artículo de opinión debe ser consciente de que los valores, instrumentos o inversiones a que el mismo se refiere pueden no ser adecuados para sus objetivos específicos de inversión, su posición financiera o su perfil de riesgo ya que éstos no han sido tomados en cuenta para la elaboración del presente artículo de opinión, por lo que debe adoptar sus propias decisiones de inversión teniendo en cuenta dichas circunstancias y procurándose el asesoramiento específico y especializado que pueda ser necesario.

El contenido del presente documento así como los datos, opiniones, estimaciones, previsiones y recomendaciones contenidas en el mismo, han sido elaborados por Renta 4, con la finalidad de proporcionar a sus clientes información general a la fecha de emisión del artículo de opinión y está sujeto a cambios sin previo aviso. Este documento está basado en informaciones de carácter público y en fuentes que se consideran fiables, pero dichas informaciones no han sido objeto de verificación independiente por Renta 4 por lo que no se ofrece ninguna garantía, expresa o implícita en cuanto a su precisión, integridad o corrección.

Renta 4 no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el contenido del presente documento. Ni el presente documento ni su contenido constituyen una oferta, invitación o solicitud de compra o suscripción de valores o de otros instrumentos o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir de base a ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.

Renta 4 no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida directa o indirecta que pudiera resultar del uso de este documento o de su contenido. El inversor tiene que tener en cuenta que la evolución pasada de los valores o instrumentos o resultados históricos de las inversiones, no garantizan la evolución o resultados futuros.

El precio de los valores o instrumentos o los resultados de las inversiones pueden fluctuar en contra del interés del inversor incluso suponerle la pérdida de la inversión inicial. Las transacciones en futuros, opciones y valores o instrumentos de alta rentabilidad (high yield securities) pueden implicar grandes riesgos y no son adecuados para todos los inversores. De hecho, en ciertas inversiones, las pérdidas pueden ser superiores a la inversión inicial, siendo necesario en estos casos hacer aportaciones adicionales para cubrir la totalidad de dichas pérdidas.

Por ello, con carácter previo a realizar transacciones en estos instrumentos, los inversores deben ser conscientes de su funcionamiento, de los derechos, obligaciones y riesgos que incorporan, así como los propios de los valores subyacentes de los mismos. Podría no existir mercado secundario para dichos instrumentos.

Cualquier Entidad integrante del Grupo Renta 4 o cualquiera de las IICs o FP gestionados por sus Gestoras, así como sus respectivos directores o empleados, pueden tener una posición en cualquiera de los valores o instrumentos a los que se refiere el presente documento, directa o indirectamente, o en cualesquiera otros relacionados con los mismos; pueden negociar con dichos valores o instrumentos, por cuenta propia o ajena, proporcionar servicios de asesoramiento u otros servicios al emisor de dichos valores o instrumentos, a empresas relacionadas con los mismos o a sus accionistas, directivos o empleados y pueden tener intereses o llevar a cabo cualesquiera transacciones en dichos valores o instrumentos o inversiones relacionadas con los mismos, con carácter previo o posterior a la publicación del presente artículo de opinión, en la medida permitida por la ley aplicable.El Grupo Renta 4 Banco tiene implementadas barreras de información y cuenta con un Reglamento Interno de Conducta de obligado cumplimiento para todos sus empleados y consejeros para evitar o gestionar cualquier conflicto de interés que pueda aflorar en el desarrollo de sus actividades.

Los empleados de Renta 4, pueden proporcionar comentarios de mercado, verbalmente o por escrito, o estrategias de inversión a los clientes que reflejen opciones contrarias a las expresadas en el presente documento.

Ninguna parte de este documento puede ser: (1) copiada, fotocopiada o duplicada en ningún modo, forma o medio (2) redistribuida o (3) citada, sin permiso previo por escrito de Renta 4. Ninguna parte de este artículo de opinión podrá reproducirse, llevarse o transmitirse a aquellos países (o personas o entidades de los mismos) en los que su distribución pudiera estar prohibida por la normativa aplicable. El incumplimiento de estas restricciones podrá constituir infracción de la legislación de la jurisdicción relevante.

El sistema retributivo del autor/es del presente artículo de opinión no está basado en el resultado de ninguna transacción específica de banca de inversiones.