Decíamos en el anterior comentario que nuestra sensación es que iba a haber un cierto rebote de las Bolsas al alza y efectivamente ese rebote se ha producido, al calor de algunas buenas noticias. Buenas noticias como la menor tensión en la franja de Gaza, el buen dato del PMI de manufacturas en China, que se publicó el jueves, los aparentes avances en las conversaciones en EEUU sobre el "precipicio fiscal" entre demócratas y republicanos, la mejora del índice de confianza de los empresarios alemanes publicada el viernes por el instituto IFO, y el desbloqueo de las ayudas a Grecia para evitar, otra vez "in extremis", el impago de sus compromisos más inmediatos.
Estas buenas noticias unidas a unos volúmenes de negocio mínimos, en parte por la festividad americana de Acción de Gracias, han facilitado el deseo, a nuestro juicio bastante obvio, de intentar un cierre de año positivo en las Bolsas. Un cierre positivo dentro de la línea de pensamiento de los Bancos Centrales y de los "policy makers", que dan mucha importancia a la estabilidad de los mercados financieros como base principal del mantenimiento de la confianza y de la subsiguiente recuperación de la economía.
Tras subidas semanales superiores al 5% en el Eurostoxx 50, el Dax y el Cac, del entorno del 4% en el Ibex 35, el Nasdaq y el Nikkei y del entorno del 3,5% en el S&P y el Dow Jones, los índices no solo han recuperado íntegramente las caídas de la semana anterior, sino que, además, han vuelto a niveles significativos, relevantes. El Dow cerró la semana por encima de los 13.000 puntos, el S&P de nuevo está por encima de los 1.400 puntos, el Dax se vuelve a acercar a los 7.500, el Cac supera los 3.500 y nuestro Ibex ya casi está en los 8.000.
La pregunta, tras una semana que para las Bolsas europeas ha sido la mejor del año, es doble. A corto plazo la duda es si va a haber o no rally de Navidad. A medio plazo, con la vista puesta en el 2013, la pregunta es si estamos empezando a ver la luz en las Bolsas, o, dicho de otra forma, si empieza ya un ciclo alcista de largo plazo, una vez que presuntamente se ha tocado suelo.
En cuanto a la primera cuestión (rally de Navidad) el "momentum" parece adecuado y las buenas ventas del "black friday" americano, que es considerado como un indicador de sentimiento del consumidor americano, ayudan aún más a crear un buen clima inversor de cara a fin de año. La opinión general es que tendremos subida de Navidad en las Bolsas. Y la verdad es que en unas Bolsas con poco volumen y apoyadas por unos Bancos Centrales deseosos de vender buenas noticias, no parece haber obstáculos para que suba la Bolsa. No obstante, si las conversaciones entre los dos grandes partidos americanos sobre el "fiscal cliff" se complican no habrá rally de fin de año, y en todo caso, en nuestra opinión, la subida de la semana pasada ha sido demasiado brusca y en cierto modo se ha comido ya una buena parte de las subidas que esperábamos para diciembre.
En cuanto a la segunda cuestión, volvemos a nuestra vieja idea: hay que mirar a la economía real. Solo se iniciará un ciclo alcista en las Bolsas cuando los agentes económicos recuperen la confianza y empiecen a invertir y a movilizar la enorme cantidad de liquidez que hoy sigue refugiada en activos "sin riesgo" en lugar de ser invertida en los procesos productivos. Pese a los esfuerzos de los Bancos Centrales por lanzar un ciclo de expectativas positivas basado en las sucesivas rondas de relajación monetaria, la realidad es que el gran dinero sigue cauteloso, muy cauteloso. Un motivo esencial de esa cautela es que no ha habido aún la suficiente " purga" en los balances del sistema financiero, y no ha habido aún la suficiente reforma en el sector público, ni en los excesos del llamado modelo de bienestar. Un modelo de bienestar financiado con deuda y que sigue generando día a día más deuda acumulada.
En nuestra opinión hacer limpieza a fondo y corregir de verdad los desbalances, así como reducir de verdad de forma estructural el gasto público, es una condición necesaria para pensar en un ciclo alcista de largo recorrido en las Bolsas. Por ello, el rally de Navidad, si se produce, como parece que se va a producir, lo enmarcaríamos, en principio, en esos movimientos en rangos amplios que las Bolsas vienen desarrollando y previsiblemente van a seguir desarrollando en los próximos años.
Esta opinión se apoya también en el deterioro que estamos viendo en la deuda soberana, lo cual tiene repercusión en los balances bancarios. Moody's ha quitado la semana pasada la "triple A" al Tesoro francés y Standard&Poors ha advertido sobre el deterioro de la calidad de los balances de los Bancos españoles, algo que podríamos extender a casi toda la banca europea, dadas las interconexiones entre balances bancarios y deuda soberana.
En definitiva, hace falta seguir con lo que en nuestro anterior comentario llamábamos la fase de "realismo", es decir, el proceso de limpieza, y hace falta acelerar ese proceso para que la economía de la euro zona despegue. Hace falta más "destrucción creativa", en términos de Schumpeter, para que luego el mercado pueda actuar y generar crecimiento. Los PMI de noviembre, que se han publicado la semana pasada demuestran que la zona euro está parada, y a nuestro juicio es en la zona euro donde más falta hace el saneamiento a fondo de los sistemas bancarios y la reducción estructural de los niveles de gasto público para liberar fondos hacia la economía productiva. El fracaso de la cumbre europea sobre el presupuesto del pasado viernes nos recuerda la enorme complejidad e ineficiencia de los procesos de toma de decisión en Europa.
En cuanto a los indicadores técnicos, el futuro del S&P ha dado un giro espectacular en tan solo una semana, al pasar de casi romper a la baja el importante nivel de los 1.340 puntos el pasado viernes 16, a romper al alza la media de doscientas sesiones, tal y como lo hizo violentamente el pasado viernes 23 al cerrar de nuevo por encima de los 1.400 puntos. El único obstáculo para dar relevancia a estos movimientos es el escasísimo volumen con el que se han producido.
La pregunta es ¿se van a romper los máximos anuales? Nadie lo sabe, y más que de los datos que se publiquen (esta semana tenemos el Libro Beige, el dato definitivo de PIB americano del tercer trimestre, el índice Case Shiller, etc...) va a depender de las conversaciones sobre el "precipicio fiscal" en EEUU y de la astucia de los políticos europeos para seguir prorrogando sine die los problemas, pero preferimos trabajar sobre la idea de un fin de año tranquilo, sin grandes movimientos ni al alza ni a la baja. Un fin de año en el que las Bolsas están muy "apoyadas" para mantener niveles, pero sin que el gran dinero haga todavía acto de presencia. Se puede seguir trabajando con opciones como fórmula más adecuada en un entorno de baja volatilidad.